
El 28 de noviembre de 2018, la Comisión Europea presentó su visión estratégica a largo plazo para una economía próspera, moderna, competitiva y neutra desde el punto de vista del clima de aquí a 2050, en consonancia con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2 °C y de proseguir los esfuerzos para mantenerlo en 1,5 °C.
La estrategia muestra cómo Europa puede liderar el camino hacia la neutralidad climática mediante la inversión en soluciones tecnológicas realistas, la capacitación de los ciudadanos y la armonización de la acción en ámbitos clave como la política industrial, la financiación o la investigación, garantizando al mismo tiempo la justicia social para una transición justa. La Comisión Europea apuesta por incrementar el objetivo europeo de reducción de emisiones a 2030, pasando de al menos un 40% respecto a 1990 a un mínimo de un 55%.
En adhesión a esta estrategia, el Gobierno español a través del MITECO ha elaborado el documento «Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050 (ELP en adelante), que forma parte de una serie de 4 documentos que se recogen en El Marco Estratégico de Energía y Clima del Gobierno de España, que sienta las bases para la modernización de la economía española, la creación de empleo, el posicionamiento de liderazgo de España en las energías y tecnologías limpias que dominarán la próxima década, el desarrollo del medio rural, la mejora de la salud de las personas y el medio ambiente, y la justicia social.
La ELP marca las líneas a seguir para lograr que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España sean neutras no más tarde de 2050, al tiempo que incluye las oportunidades que ofrece la descarbonización en términos de empleo, atracción de inversiones, activación económica, modernización y mejora de la competitividad empresarial e industrial.
España aspira a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 90% respecto a 1990. Esto implica reducir las emisiones de CO2 desde las 334 millones de toneladas equivalentes (MtCO2eq) emitidas en 2018 a un máximo de 29 MtCO2eq emitidas en 2050. El 10% restante de las emisiones será absorbido por los sumideros de carbono, que serán capaces de captar unas 37 MtCO2eq a mediados de siglo, lo que supone alcanzar la neutralidad climática.
A continuación vamos a ver como el Proyecto Circular Humus-Spain encaja en esta estrategia, concretamente en la descarbonización de los llamados sectores difusos. Estos son los sectores que abarcan las actividades no sujetas al comercio de derechos de emisión. Representan por tanto, aquellos sectores menos intensivos en el uso de la energía entre los que se encuentra el sector primario. En conjunto representan el 30% de todas las emisiones de GEI en España, y de este porcentaje, un 14% corresponde al sector agrícola (Fuente MITECO 2018).
Los sectores difusos deben contribuir al objetivo global de reducción de emisiones de la Unión Europea con una reducción del 30% respecto a los niveles de 2005 y en su Reglamento de reparto establece un objetivo para España del -26%.
Para que España pueda cumplir con este porcentaje de asignación, la descarbonización de este sector agrícola es de vital importancia ya que tiene un gran potencial como sumidero natural para fijar carbono, por lo que, junto con el sector forestal, desempeñará un papel clave en conseguir una economía neutra en emisiones. En este sentido, han de promoverse prácticas que fomenten la fijación de carbono en cultivos leñosos y en el suelo.
Las principales líneas de trabajo que se consideran en el horizonte a 2050 para conseguir la reducción de emisiones del sector agropecuario son:
- Producción de biogás.
- Gestión de los cultivos y la conservación de los suelos.
- Digitalización y las tecnologías inteligentes para el riego y fertilización.
- Mejora en la alimentación del ganado.
- Uso de fertilizantes nitrogenados recubiertos y con inhibidores de la nitrificación.
- Aumento de la superficie para el fomento de las rotaciones en cultivos herbáceos de secano, que incluyan leguminosa y oleaginosa, y que sustituyan el monocultivo de cereal.
- Técnicas de laboreo avanzadas.
- Optimización del aporte de nitrógeno a las necesidades de cultivo respecto del total de superficie fertilizable.
- Gestión y aplicación de tratamientos de estiércoles y purines que minimicen la generación de emisiones.
- Reducción del desperdicio en la cadena alimentaria de consumo nacional.
- Fomento de la dieta mediterránea y del consumo de productos locales.
- Prácticas agrarias que promuevan una mayor resiliencia a los impactos del cambio climático y, a su vez, un aumento de la fijación de CO2 por parte del sector.
Luego el Proyecto Circular Humus-Spain encajaría en lo referente a conservación de suelos, gestión de estiércoles y purines, y en la fijación de CO2.
Según la ELP, el modelo predictivo que el Gobierno de España está desarrollando para crear un calendario de descarbonización del sector primario, más de la mitad de las emisiones que permanecerán en 2050 procederán del sector primario debido a las dificultades en su mitigación. Esta es una previsión que coincide con el modelo predictivo de la UE. En este punto el Proyecto Circular Humus-Spain puede aportar una solución: cuando se dice «dificultades en su mitigación» , seguramente se refiera a las escasas soluciones industriales que existen para el tratamiento de estos residuos. En cambio, el Proyecto como contrapartida propone una solución basada en la naturaleza cuyos costes de implantación son bajos.
Acceso al documento completo de la ELP
Oportunidades de mejora de los sumideros de carbono
Para llegar al objetivo de neutralidad climática en 2050, se precisa crear una extensión tal de sumideros naturales que sean capaces de absorber al menos una cantidad equivalente a las emisiones de gases de efecto invernadero remanentes en 2050.
De las 5 lineas de actuación que se proponen en este sentido, el Proyecto Humus-Spain tiene cabida en el conjunto de medidas orientadas a mejorar el carbono orgánico de los suelos agrícolas y forestales, aumentando las capturas de carbono al tiempo que se generan sistemas más resilientes y otros co-beneficios en materia de seguridad alimentaria, biodiversidad y regulación del ciclo hidrológico, entre otros.
Dado que el objetivo de la Estrategia es mitigar un 90% las emisiones brutas totales respecto a 1990, a través de las medidas llevadas a acabo en cada uno de los sectores, quedará un 10% que tendrá que ser tratado de forma natural, y serán los sumideros los que lo hagan. Para ello hay que aumentar la superficie de suelo capaz de retener ese carbono tal y como propone el proyecto circular Humus-Spain.
En el siguiente gráfico se describen las principales líneas de trabajo identificadas para el desarrollo y fortalecimiento de los sumideros y que puede hacer el proyecto en cada una de ellas:
