El modelo circular, es un sistema de producción en el que prima el aprovechamiento de recursos y la reducción de las materias primas. Este sistema se convierte así en una alternativa al actual modelo de extracción, producción, consumo y eliminación del modelo económico lineal que se ha demostrado tiene un enorme impacto ambiental, y una gran dependencia del exterior, lo que hace a nuestra economía más dependiente, vulnerable y menos competitiva.

Se estima que nuestro país necesita más de dos veces y media su superficie para abastecer las necesidades de esta economía lineal. En cambio, el modelo circular actúa más a nivel local y no excede los recursos de su entorno.

La Unión Europea ha incluido el impulso a la economía circular como uno de los ejes de su política económica y ambiental. Siguiendo las directrices de la Comisión Europea, España adoptó en junio de 2020 la Estrategia Española de Economía Circular – España Circular 2030, una estrategia que forma parte del componente 12 del Plan de Recuperación clave para la transición ecológica estableciendo un decálogo con objetivos cuantitativos para alcanzar en 2030.

Para destinar fondos europeos a la consecución de esta estrategia, se aprobó en Consejo de Ministros el PERTE de economía circular. Se prevé que  lleguen a movilizar una cuantía en recursos superior a los 1.200 millones de euros entre inversión pública y privada hasta el año 2026.

El tratamiento que se den a lo residuos será fundamental para la consecución de los objetivos planteados por esta estrategia, por lo que incluye una normativa que revisa la actual Ley de residuos y suelos contaminados vigente desde 2011, y establece medidas para proteger la salud humana y el medio ambiente reduciendo el impacto global del uso de los recursos e impulsando una economía baja en carbono en España (objetivo de emisión por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2eq1 para el 2030); que aspira a ser un país neutro en emisiones en 2050 de acuerdo con la estrategia española a largo plazo para la descarbonización.

El texto normativo refuerza la jerarquía de residuos o, lo que es lo mismo, el orden de prioridad en las opciones de gestión de estos: prevención, preparación para la reutilización, reciclado, otro tipo de valorización (incluida la valorización energética) y, como última opción, la eliminación. Esta debería ser la última opción, por ello se decide gravar con una tasa la incineración, la coincineración y el depósito en vertedero de los residuos.

 

Un reto para el sector agroalimentario

El reto para este sector es el desarrollo de modelos de alimentación sostenible que asegure la conservación de la conservación de la biodiversidad. Esto se consigue con una producción de alimentos en origen de mayor calidad a precios razonables, con una reducción del impacto derivado de su producción, tanto en el ámbito de las emisiones, como en el uso del agua, o como en los residuos producidos que no son valorizados.

La base de este sector es la agricultura y la ganadería que se desarrollan en zonas rurales. Las actividades de esta industrias producen una gran y variable cantidad de residuos y subproductos susceptibles de ser reincorporados a la cadena productiva para la elaboración de otros insumos. Este es el caso por ejemplo de la lana, los lixiviados de la industria del queso, los restos vegetales de los cultivos o los estiércoles, que es el caso que nos incumbe para nuestro proyecto.

Esto supone una gran oportunidad de crear economía en zonas rurales mediante la potencial circularidad de estos subproductos. Se necesitan inversiones que faciliten la implantación de nuevos procesos industriales que aprovechen la circularidad potencial de todos estos subproductos, y ese debería de ser la finalidad de los fondos europeos destinados al PERTE de Economía Circular para llevar adelante esta estrategia. Nuestra planta de biorresiduos es un claro ejemplo de como canalizar esa circularidad de los subproductos al llevar a cabo procesos innovadores en el ecorreciclaje de estiércoles y otras biomasas para la obtención de un producto innovador como lo serán los nuevos biofertilizantes.

 

 

Medir la eficacia de la estrategia

La Estrategia de economía circular España 2030 establece una serie de marcadores que deben medir el progreso de las acciones puestas en marcha para su consecución. Nuestro proyecto encaja principalmente con estos:

Autosuficiencia en materias primas: Es un indicador que muestra el grado de dependencia respecto a mercados externos en relación con el suministro de las materias primas, siendo especialmente significativo en el caso de las materias primas críticas, materias que por su uso en la economía, su aplicación en dispositivos tecnológicos, su disposición natural en entornos geopolíticamente inestables y su déficit como recurso natural en el territorio europeo provoca una debilidad estructural de la economía europea.

En este indicador, nuestro proyecto tiene mucho que decir ya que precisamente el cuore de su operativa es la recuperación de nutrientes, entre ellos el fósforo, mineral base para la fabricación de fertilizantes que a sido incluido en la lista de «minerales críticos de la UE» precisamente por su alta dependencia en su importación y por su escasez, hecho este que encarece el precio de los fertilizantes y por lo tanto de los alimentos.

Otro de los marcadores es el de los residuos alimentarios generados: La producción de alimentos no está exenta de provocar afecciones al medio ambiente, ya que es necesario utilizar recursos naturales, muchos de ellos con una disposición limitada en el espacio y en el tiempo y en competencia continua con otros usos y afecciones.Y conjuntamente es necesario alimentar en cantidad adecuada y calidad a una población mundial en continuo crecimiento, lo que conlleva limitar la generación de residuos procedentes de alimentos y reducir el desperdicio alimentario para evitar la sobre explotación de recursos.

Este marcador hace referencia a que la segura creciente demanda de alimentos debido al aumento de la población mundial provoque a su vez un aumento en la generación de residuos. En el caso que nos compete se traduciría en un aumento de los estiércoles lo que agravaría un problema actual ya muy debatido que provoca rechazo en zonas rurales y podría limitar el crecimiento de este sector.

La instauración de un modelo de reciclaje como el que propone nuestro proyecto, evitaría este previsible problema al poder tratar de forma sostenible y constante la generación de este biorresiduo. 

 

Marcador que hace referencia al uso de los materiales reciclados como materias primas: El objeto del reciclado es su introducción en los mercados secundarios, sin su incorporación al proceso productivo carece de sentido toda operación de separación y recuperación de materiales procedentes de residuos. Determinar el grado de participación en el mercado de materias primas, permite perfeccionar un conjunto de instrumentos para incentivar su uso, pudiendo cerrar así el círculo.

Efectivamente el circulo no se cerrará hasta que los subproductos reciclados no se introduzcan en nuevos mercados. En el caso de nuestra proyecto los subproductos obtenidos como resultado del proceso de reciclaje serán incorporados al proceso productivo de los nuevos biofertilizantes que se comercializarán en el futuro mercado intracomunitario.

 

Marcador que hace referencia a la emisión de Gases de Efecto Invernadero: La economía circular presenta sinergias con diferentes políticas ambientales, pero si una de ellas se debe destacar es la política de lucha contra el cambio climático. La economía circular contribuye a la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, fundamentalmente en forma de metano, a través de la reducción y adecuada gestión y tratamiento de los residuos, en especial mediante el incremento del tratamiento biológico de los biorresiduos, lo que contribuirá a su disminución del depósito de residuos en vertederos.

Esta es la base de nuestro proyecto, el tratamiento biológico de los biorresiduos de forma masiva mediante técnicas de co-compostaje en nuestra planta.

 

 

 

Acceso a la Estrategia Española de Economía Circular.