Después de su fase de consulta, el Consejo de Ministros, en su reunión del día 16 de marzo de 2021, ha aprobado el acuerdo por el que se adopta la versión final del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC).

El PNIC es una estrategia con horizonte 2030, por lo tanto de corto-medio plazo y se complementa con la estrategia a largo plazo 2050 (ELP 2050).

Los objetivos recogidos en el PNIEC están alineados con el aumento de ambición que ha fijado el Consejo Europeo de 10 y 11 de diciembre de 2020, en el que se acordó un objetivo a 2030 de reducción de emisiones de la Unión Europea de, al menos, un 55 % respecto a los niveles de 1990, aumentando así la expectativa de reducción pactada en el acuerdo de París que era de un 20%.

La estrategia tiene una visión holística que afecta a todos los sectores industriales para alcanzar sus objetivos, entre los que esta reducir la dependencia energética de España del exterior mediante medidas adicionales de eficiencia energética. Su puesta en marcha supone una oportunidad para mejorar toda la cadena de valor de la industria, así como para generar nichos de negocio.

A cada uno de estos sectores se les ha asignado una cuota de recorte de emisiones, los sectores de gestión de residuos, agricultura y ganadería, y gases fluorados que forman el grupo de difusos no energéticos contribuirán con una reducción respecto a sus niveles en 2005 de aproximadamente el 28%, 18% y 33% respectivamente.

 

Sectores difusos:

Las emisiones de los sectores difusos en 2050 representan dos terceras partes de las emisiones totales de la economía española en 2050 de acuerdo con el MITECO.

Dentro de las emisiones difusas, las no energéticas presentan características muy especiales que hacen difícil su mitigación. Esto es debido a que las actuaciones en estos sectores bien tienen impacto únicamente en el largo plazo, bien requieren de una transformación profunda de las tecnologías o bien actualmente no se conocen tecnologías ni procedimientos que sean capaces de reducir sensiblemente sus emisiones en un periodo inferior de tiempo.

Aquí el proyecto adquiere fuerza ya que la solución que propone está basada en biotecnología y no requiere de grandes inversiones para su puesta en marcha. Si bien no puede llegar a procesar tan altos volúmenes de bioresiduos, si lo hace de manera sostenible. Es una Solución basada en la Naturaleza (SbN).

El texto dice lo siguiente: se potenciará la implementación de tecnologías ya maduras o que ya están en fase avanzada en la actualidad como: el compostaje, la digestión anaerobia y la captación de biogás (con o sin upgrading)…

 

De todas las medidas propuestas, vamos a ver donde encaja la actividad de la planta de reciclaje que propone el Proyecto Circular:

 a.2. Ajuste del aporte de nitrógeno a las necesidades del cultivo. La medida propuesta consiste en la elaboración de un plan de fertilización que tenga en cuenta las necesidades del cultivo, de tal manera que se utilicen fertilizantes orgánicos e inorgánicos en las dosis y momentos adecuados. Además, se fomentará el uso de estiércoles y purines de manera racional, lo que se encuadra dentro de la Estrategia de Economía Circular, al incluirlos de nuevo en la cadena de producción.

Por lo tanto el aporte indiscriminado de estiércol al suelo se acabó. El uso de estiércoles como abono se tendrá que justificar en los cuadernos de campo dentro de los ECO-esquemas de la nueva PAC.

Entregando ese estiércol a la planta de reciclaje propuesta por el Proyecto, se valorizarán esos residuos en una enmienda orgánica mucho más rica en nitrógeno y más equilibrada en nutrientes para el suelo y los cultivos.

a.3. Vaciado frecuente de purín en alojamientos de porcino. La medida consiste en el vaciado frecuente de los fosos situados por debajo de los lugares de confinamiento en las instalaciones de porcino. Se considera vaciado frecuente aquel que se realiza al menos una vez al mes. La técnica de referencia consiste en el vaciado de los fosos al final de la fase o cuándo están llenos. Este vaciado frecuente reduce las emisiones de NH3, CH4 y N2O. Estas mejoras en el manejo de los purines y estiércoles en los alojamientos para las diferentes categorías animales de porcino y bovino, dan lugar a una reducción de las emisiones producidas en el interior de los alojamientos.

El purín desalojado puede entregarse al centro de tratamiento de residuos que propone el proyecto, para ser ECO-reciclado y convertido en compost que vuelve al suelo para cerrar el círculo. Al tratarse el residuo desde el primer momento, se evitan acumulaciones y emisiones de GEI.

 

a.6. Fabricación de compost a partir de la fracción sólida del purín. La medida propuesta es la fabricación de abono orgánico (compost) a partir de deyecciones de porcino y bovino en zonas de alta concentración ganadera. En el compostaje, la acción de las bacterias aeróbicas oxida el nitrógeno amoniacal, con lo que se reducen las emisiones de NH3. Además, este proceso permite la estabilización de los residuos mediante una fermentación aerobia que genera CO2 (que no se tiene en cuenta en el balance final, ya que proviene de biomasa) y pequeñas cantidades de CH4 y N2O, en comparación con otras técnicas que generan más GEI.

Esto es justamente lo que propone el proyecto, entregando el purín sólido a la planta de reciclaje en vez de almacenarlo, se reduce de manera considerable la emisión de GEI.

El compost producido es una enmienda orgánica que mejora la fertilidad y características del suelo ayuda a fijar el carbono en el mismo.

a.9. Utilización de restos de poda de cultivos leñosos como biomasa. Se considera fundamentalmente el olivar y el viñedo, por la mayor superficie de cultivo y poda, en tamaño y volumen, que origina. Se utilizarán para la mejora del carbono orgánico de suelo, o para uso como biomasa.

La planta de reciclaje de bioresiduo  puede actuar como receptor de este tipo de residuo para efectivamente añadirlo a las ECOopilas donde se están compostando los biorresiduos, y de esta manera reciclarlo de forma ecológica en biomasa.

 

Accede aquí al documento completo del PNIEC

 

Plan Nacional para el Control de la Contaminación Atmosférica

Dentro de este programa se incluye el Plan Nacional para el Control de la Contaminación Atmósferica -PNCCA- para que España pueda cumplir así con la obligación establecida en la Directiva de Techos Nacionales de Emisión.

Son unas medidas que se complementan con las descritas anteriormente y encaminadas a la mejora de la calidad del aire. Con su puesta en marcha se pretende recortar significativamente las emisiones de sustancias consideradas peligrosas para la salud como el dióxido de azufre (SO2), los de óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM, amoníaco (NH3) y partículas finas (PM 2,5).

El PNCCA plantea un total de 57 medidas que están agrupadas por sectores de actividad en 8 paquetes sectoriales (mix energético, transporte, industria, eficiencia energética en industria manufacturera y en el sector residencial y comercial, generación y gestión de residuos, agricultura y ganadería) y 5 destinados a mejorar la situación a futuro de los compuestos orgánicos volátiles.

Entre las medidas contempladas para el sector agrario están la fertilización eficiente y la reducción de las emisiones de amoníaco en el sector ganadero.