Nos encontramos en un periodo crítico para el futuro de las nuevas generaciones y para el de nuestro planeta. La palabra clave es «sostenibilidad». Las consecuencias del cambio climático son ya muy palpables y las autoridades son conscientes de que un cambio es ya completamente necesario. Es por ello que se está legislando para que este se lleve a cabo sin más demora. Esta nueva legislación es la que se conoce como «la arquitectura verde europea».
El «Gran Pacto Verde Europeo» («Green Deal») se crea en 2016 ante el compromiso desde la Unión Europea de virar hacia una producción más sostenible, teniendo como objetivo principal el de reducir el impacto ambiental de las actividades humanas. Las medidas planteadas en el pretenden evitar que se supere un incremento de 2ºC respecto a los niveles preindustriales y promover medidas adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5ºC.
Por otro lado, el vínculo entre unas personas sanas, unas sociedades sanas y un planeta sano sitúa a unos sistemas alimentarios sostenibles en un lugar central de este Pacto Verde Europeo que quiere impulsar la economía, mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y cuidar de la naturaleza.
Los objetivos principales son:
- Garantizar la seguridad alimentaria ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
- Reducir la huella ambiental y climática del sistema alimentario de la UE.
- Reforzar la resiliencia del sistema alimentario de la UE.
- Conducir a una transición global hacia una sostenibilidad competitiva «de la granja a la mesa».
Conoce más sobre: «Que es el pacto Europeo Verde»
Dentro de este gran pacto, especial relevancia para el sector ganadero tiene el documento «De la Granja a la Mesa», a través de su implantación, la Comisión Europea pretende reducir el impacto medioambiental y climático de la producción animal mediante el desarrollo de una producción ganadera que mejore el bienestar de los animales y reduzca la huella ambiental. Para asegurar el cumplimiento de estos objetivos, la UE los transfiere a cada estado miembro a través de la Política Agraria Común (PAC) en los denominados «Ecoesquemas».
Aunque su cumplimiento parece ser que no será obligatorio, muchos agricultores y ganaderos tendrán que cumplir con unas nuevas medidas en lo referente a la sostenibilidad de sus explotaciones si no quieren ver el cobro de sus ayudas comprometidas.
Entre la lista de ecoesquemas que se van planteando, el proyecto encaja dentro de los siguientes:
Ecoesquema 3: tiene como objetivo mejorar la fertilidad y estructura del suelo (y en consecuencia su capacidad de secuestro de carbono), reducir la incidencia de malas hierbas, erosión y demanda hídrica.
Ecoesquema 4 que hace referencia a la agricultura de precisión, tiene por objetivo mantener un aporte de nutrientes ajustado a las necesidades reales de los cultivos, minimizando sus pérdidas y reduciendo el impacto en el medio ambiente.
Ecoesquema 5: hace referencia al compostaje y tiene como objetivos la reducción de emisiones, incrementar la materia orgánica en el suelo para mejorar su estructura, retener la humedad, reducir la erosión y uso de fertilizantes.
Para conseguir estos objetivos, el Gobierno español está legislando un nuevo Real Decreto para la nutrición sostenible de los suelos.
Conoce más sobre los Ecoesquemas